La hemofilia es un trastorno hereditario poco común en el cual la sangre no coagula normalmente.
Las personas que tienen hemofilia pueden sangrar mucho tiempo después de una lesión o un accidente. También pueden sangrar por las rodillas, tobillos y codos. La hemorragia en las articulaciones provoca dolor y, cuando no se trata, puede conducir a artritis. Las hemorragias cerebrales constituyen una complicación muy seria de la hemofilia y requieren tratamiento de emergencia.
Dentro de la hemofilia podemos diferenciar dos tipos, la hemofilia de tipo A y la hemofilia de tipo B; que tienen distintos tratamientos como veremos a continuación.
El principal tratamiento para la hemofilia es el tratamiento de restitución. Este tratamiento consiste en la inyección intravenosa lenta de concentrados de factor de coagulación VIII (para la hemofilia A) o de factor de coagulación IX (para la hemofilia B). Estas infusiones corrigen la ausencia o deficiencia del factor de coagulación correspondiente y con ello se soluciona el problema.
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