Hematofobia: la fobia a la sangre y a las heridas.

Las personas que sufren este tipo de fobia a la sangre tambien suelen tener fobia a las heridas, jeringuillas, cortes... Esta fobia se diferencia del resto debido a su respuesta bifásica.
La respuesta bifásica se caracteriza por tener dos etapas:
-En la primera etapa el individuo sufre un aumento del latido cardiáco y de la presión arterial.
-En la segunda etapa tanto el latido cardiaco como la presión arterial disminuyen de forma brusca dando lugar a nauseas, mareos, sudores, palidez e incluso desmayos.
Las personas que sufren esta fobia suelen temer más esta respuesta bifásica más que la propia sangre e intentan evitar cualquier situación relacionada con la sangre, jeringuillas...
Las personas con esta fobia suelen padecer tambien la fobia a sufrir cualquier tipo de daño.
Las consecuencias de sufrir estas fobias pueden dar lugar a complicaciones porque los que la padecen se niegan a someterse a cualquier tipo de analisis sanguíneo, proporcionar ayuda a personas heridas o someterse a intervenciones quirúrgicas u observarlas.
Estas fobias comienzan a aparecer durante la niñez o la adolescencia y sin un tratamiento psicológico introducido de manera temprana, estas fobias podrán desembocar en problemas mayores.
El tratamiento psicológico para este tipo de fobias suele ser complicado debido a la respuestá bifásica de los que las padecen.