Hoy
como cada día después de comer me dispongo a echarle un vistazo a
distintos periódicos, pero una noticia de la edición
online de 20minutos me llama especialmente la atención.
Se
trata de una noticia sobre un test con el cual a partir de una
pequeña muestra de sangre, teóricamente, puede decirle a su usuario, de
forma personalizada, qué alimentos le producen disfunciones como:
gases, digestiones pesadas, retención de líquidos, migrañas, etc…
Al
contrario de lo que mucha gente piensa, y yo misma pensaba , los test
genéricos se pueden adquirir por unos cientos de euros. Con este
test muchas empresas han visto un nuevo negocio que se puede ver en
la amplia oferta que existe en el mercado.
Están
diseñados para saber si una persona posee intolerancia a
determinados alimentos o componentes.
Sin
embargo la ciencia a demostrado que estos son ineficaces y son
solamente un negocio más ya que su elevado coste ha hecho que varias
empresas se dediquen a comercializarlos. Como era esperable, no hay
ensayos ni estudios realizados que prueben la eficacia y precisión
de estos análisis para el uso que se les está dando.
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